viernes, 14 de noviembre de 2008

Última noche... Amanecer

21/12/08

Aclaración: continuación de "Día" y "Noche" :)



Por fin, veía todo tan claro.

Créeme, ¿qué podes perder? - Me dijo como si fuera una especie de dios, como si no tendría ninguna deuda con las almas que había robado, como si no tendría que dar explicaciones a nadie, como si seria la dueña de la verdad absoluta.
Cuando uno ve un cuerpo sin alma siente que la vida es muy pequeña, que no alcanza para terminar de entender esas ínfimas cuestionen que hacen el animo de cada uno de nuestros días y que a la larga pesan en el balance de lo bueno y lo malo, lo que logramos y lo que no, lo que nos dice el nivel de felicidad matemático de cada año. Pero al no entender eso tampoco entendemos por que un minuto de bienestar nos puede quitar el mal humor de unas cuantas semanas, sabemos que es así, que esta relacionado a la intensidad, pero...
Una vez, una vez pude tomar conciencia de un momento de esos, de esos que valen mil millones de veces lo que duran, esta noche será intensa.
¡Me canso de explicarte como funciona el mundo! - Le dije, como si yo supiera como funciona, y me recosté, prendí un cigarro y el aire de la ventana refresco mi cara. Basta, no hables mas, basta, no digas nada, ni una palabra cállate, lo vas a arruinar. Solo quería matarla, ¿por qué tenia que estar hablando? era mi momento, me lo había ganado, la veía ahí con su carita tan bonita vomitando desprecio por la humanidad, por el mundo civilizado, por la sociedad, por los valores comunes y yo, yo ya no tenía ganas de pensar. La vida tenia otras cosas también, no podía soportar estar todo el tiempo pensando en las miserias de la vida, yo era distinto, yo debía ver las cosas buenas, aveces tenía que olvidar para ser feliz, para aguantar y no enloquecer, para no deprimirme.
Entonces comprendí, jamás funcionaría, jamás comprendería sus prioridades como ella jamás comprendería las mías, me vería como el egoísmo personificado, por saber, conocer, y de alguna manera ignorar la realidad para poder estar bien conmigo mismo y conformarme con lo que me toca, aunque sea por momentos. Eso que para mi era una estrategia para sobrevivir, para mantener un equilibrio, para encontrar la rosa en medio del desierto y admira su belleza. Es difícil ver la realidad entre tanta maraña de mentiras pero mas difícil es ver la belleza dentro de una realidad que muestra un mundo enfermo, lleno de avaricia, codicia y desprecio por la vida.

Una vez mas la calma, me abrace a su cuerpo desnudo, podía sentir su suave respiración, el ritmo lento de su corazón, y su suave piel contra mí. La noche ya estaba avanzada casi culminada, era la hora donde los vestigios de las fiestas dan su último grito de euforia, y los ebrios brindan por su amistad, donde la alegría y la tristeza rebalsan la ultima vez antes del amanecer. Pero mi noche había sido algo diferente, cerré los ojos y pude dormir, aunque no se por cuanto tiempo hasta que el sonido de un cuerpo golpeando el suelo, como alguien que se desmaya, me despertó. Ella seguía conmigo y también se despertó, bajo la cama ya no había nada, un rastro de sangre seguía hasta la cocina y allí yacía, ahora si, muerta nuestra víctima. Creí que estaba muerta -y le dije y así sin mas comenzó a llover. La luz de un rayo se coló por la ventana y sus ojos me miraron con asombro, una radiante euforia le recorrió todo el cuerpo, se dibujo su sonrisa y con pequeños saltos vino a abrazarme, me tomo de la mano y me llevó a la terraza, bajo la lluvia se le notaba una sensación de placer. Mira al horizonte - me dijo, el cielo empezaba a aclararse y quedaba un claro entre el horizonte y las nubes que daba un paisaje absorbente en el que la ciudad estaba cubierta por nubes negras y en el horizonte un claro dejaba ver, la débil claridad de la luz del sol al amanecer, terminando con la noche. Y la lluvia, purificaba los sentidos, y le agregaba destellos brillantes, con cada gota, a todo lo que tocaba.

Ella se vino hacia mí y me beso. Era una escena perfecta, nosotros dos besándonos bajo la lluvia, en una terraza que parecía elevarse cada vez más, los rayos y el suave resplandor sobre el horizonte. Toda la extensión del pueblo y hasta los lugares más alejados se podían ver...
Y de repente, todavía abrazado a ella, miro alrededor y realmente estábamos muy alto, no se a que altura pero ciertamente era mucho mas alto que cualquier cosa de alrededor. Sentí un poco de miedo y desesperación por un instante, pero su mirada volvió a tranquilizarme, volví a caer en sus labios, volví a abrazarla fuertemente mientras ascendíamos y todo lo que nos sostenía empezaba a derrumbarse, de a poco cada borde de la terraza iba cayendo hacia el lejano suelo aya abajo. El piso a nuestro alrededor iba colapsando, quedamos en un borde, de un lado, la larga caída hacia abajo y del otro otra hacia el interior de la casa, y al final, sobre el suelo, se veía el cuerpo ensangrentado, inmóvil, muerto en el piso. Me dijo que no me preocupara, y otra vez volví a estar seguro. Estaba a salvo en sus brazos, ya nada, ni la muerte me podría arrebatar ese momento, ahora si era todo tan claro. La lluvia, los rayos, la oscuridad, la claridad en el horizonte. Y el viento era mas fuerte con cada instante y su pelo volaba en todas dirección y hacia arriba nuevamente, mire por ultima vez al suelo y luego al cielo, el vértigo desapareció, me dejé llevar, me deje caer en paz, mientras el suelo se acercaba a mis espaldas veía su rostro y las nubes oscuras iluminadas por los rayos, parecía un ángel, un oscuro ángel que escapo del cielo, que escapo del infierno, y que vaga en la tierra buscando vivir. Como si de a poco nos convirtiéramos en polvo, como si la caída no terminaría nunca, nunca, nunca llegamos al piso, estábamos flotando justo unos centímetros antes de tocarlo, fue la sensación más maravillosa de mi vida, y mi vida, mi vida había alcanzado su estado máximo. Entonces volvimos a subir, al fin comprendí todo, mire hacia abajo y nuestros cuerpos, en un charco de sangre aguado, que se escurría en la calle, yacían ahí, sin mas. Me consuela que no partí como mucho son pena ni gloria, me siento afortunado de haber terminado sin siquiera haberlo imaginado, me siento alagado de compartir la eternidad con ella a mi lado y sus ojos rojos, su cara pálida, al fin comprendí, fui engañado algún demoniaco engendro, por un demoño buscando sangre...

Incontables años después, sigo contento, creo que prefiero estar aquí, con ella divirtiéndonos, siendo seres despreciados por el cielo y el infierno, eligiendo nuestro destino aun después de muertos.


¿Fin?



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